Todo el mundo se mete con los políticos, obviando a los
verdaderos culpables de la situación: el poder económico (sirven casi como un
biombo que oculta a los culpables, que nos distrae sin que podamos ver la
solución real). En la política actual, solo se elige entre los seguidores
brutales del Sistema y los que buscan un alivio. Desde luego que los primeros
me dan miedo, y conozco ya cómo actúan; pero de los segundos no espero grandes
soluciones. La prueba del 9 es que, en las elecciones estadounidenses, no se
hayan tocado precisamente los temas que me importan.
El artículo, titulado EEUU:
9 temas ausentes de los debates, lo publicó Nazanín Armanian el 4 de noviembre en Público. Lo encontraréis aquí:
Pero como a muchos nos cuesta usar los hipertextos, os lo copio
y pego entero aquí.
Cuando dos contrincantes no tratan un asunto que puede
tumbar al rival es porque con ello tienen mucho que perder y poco que ganar. Y
aquí, Obama y Romney (O&R) se mueven a partir de un pacto tácito de
silenciar algunas importantes cuestiones nacionales y mundiales.
Ni el huracán Sandy, por
ejemplo, consiguió que O&R abordasen el calentamiento global
—generado por la acción humana—, que intensifica el efecto de los desastres
naturales. En el caso de Sandy lo hizo hasta en un 10%. Según el Pentágono el
riesgo de cambio climático, a largo plazo, es mayor para la seguridad de EEUU
que el terrorismo. También lo advirtió en su “verdad incómoda”, un tal Al Gore,
otro inmerecido premio Nobel de la Paz, el mismo que tras bombardear —con Bill
Clinton—, Yugoslavia, Albania, Sudán, Afganistán, Irak, Haití, Zaire, y
Liberia, y causar miles de muertes y daños irreparables al medioambiente,
intentó robar la bandera al movimiento verde. Aún así, demócratas y
republicanos se negaron a firmar el Protocolo de Kioto.
Sandy, a su paso, golpeó
varias centrales nucleares.
Y aquí es donde surge el segundo tema. Aún creyendo que la tecnología es capaz de garantizar la seguridad de estos demonios gestantes de apocalipsis, ¿quién nos salva de la crónica negligencia de nuestros gobernantes? El desastre de Fukushima fue responsabilidad “del ser humano” y no de la naturaleza. O&R no han presentado ningún plan alternativo a esta peligrosa fuente de energía.
Y aquí es donde surge el segundo tema. Aún creyendo que la tecnología es capaz de garantizar la seguridad de estos demonios gestantes de apocalipsis, ¿quién nos salva de la crónica negligencia de nuestros gobernantes? El desastre de Fukushima fue responsabilidad “del ser humano” y no de la naturaleza. O&R no han presentado ningún plan alternativo a esta peligrosa fuente de energía.
Tercer tema: ¿Lanzará EEUU más guerras? Las dos caras de un
mismo establishment americano se disputan la toga imperial con un “yo soy más belicista que tú”. Obama ha llegado a amenazar a Irán incluso con un ataque nuclear, ha bombardeado Pakistán, Afganistán, Yemen, Somalia y Libia, y con astucia llama “terroristas” a lo que Bush bautizó como “daños colaterales”: miles de civiles asesinados. ¡Qué bancarrota moral! Sólo en Pakistán, entre 2004 y 2011, losdrones mataron a cerca de 3500 civiles en funerales y bodas, escuelas y hospitales. Naves que además están siendo utilizadas en el propio EEUU para recoger datos de quienes se manifiestan contra el poder.
Romney no mencionó el hecho de
que Obama arme a los Al Qaedistas en Libia y Siria, ni que traicione su
promesa de reconocer un Estado palestino.
El cuarto: La responsabilidad de los grandes financieros en el desastre económico. La crisis ahoga a 11 millones de familias con hipoteca, y ha convertido a miles de desahuciados en homeless. Según la campaña “Moratoria YA” hay 7.5 millones de casas vacías: ¡24 por cada sin hogar!
El quinto: La pobreza que azota a 45 millones de ciudadanos. Toda una industria creada por el sistema de “sálvese quien pueda“ en un mercado-jungla. Los niños han sustituido a los ancianos en la base de la pirámide de la pobreza: el 27% del total de los pequeños —¡el futuro de la nación!—, y siempre los negros más que otros. Gentes ajenas a gastos inútiles como los 6.000. millones de dólares que se deja al mes en la ocupación de Afganistán.
El sexto: La discriminación racial. Obama no es más que la cara opaca de un poder blanco-cristiano. El que anunció con trompeta la entrada a la era posracial, pronto tuvo que tragarse el sapo, pidiendo disculpas a un policía blanco al que había criticado por agredir a un profesor negro (La fragilidad de un presidente negro). Los afros siguen siendo el sector más discriminado de la población: su renta familiar es siete veces menor que la de los blancos, la tasa de mortalidad de sus bebés casi les dobla, y sólo componen el 8% de los espectadores de la NBA cuyos equipos están conformados en su 90% por negros.
El séptimo: La población carcelaria. EEUU gasta 80 mil millones de dólares al año para mantener a 2.3 millones de seres humanos —la mayoría, negros—, en jaulas, un récord mundial en la materia. Muchos, no pueden pagar la fianza de 1000 dólares o menos para salir. Racismo y pobreza. De piel negra lo son también el 77% de los condenados a cadena perpetua sin libertad condicional. Entre éstos que saben dónde van a morir, está desde 1992 Jacqueline Montanez, mujer negra de 36 años que cometió un crimen cuando tenía 15 años. El cómo una niña llega a hacer tal barbarie, les tiene sin cuidado. Detrás de los barrotes pierden su vida otros 300.000 latinos “sin papeles”, a pesar de no ser peligrosos, ni haber riesgo de fuga.
El octavo: Pena de muerte. EEUU sigue usando este macabro terrorismo de Estado, a pesar de comprobar que desde 1976, unos 130 inocentes han estado en el corredor de la muerte. ¡Por eso Julian Assange teme ser entregado a éste país! A pesar de la disminución de las ejecuciones en un 60% desde el 2000, alrededor de 3.300 hombres y mujeres esperan la muerte o un milagro. Los negros son los más castigados, y eso que las victimas y los asesinos suelen ser de la misma raza. Troy Davis, negro acusado de matar a un blanco, fue ejecutado en 2011, insistiendo en su inocencia. Hoy, el alto coste de estas condenas —90.000 dólares cada proceso— es un argumento más a favor de abolir esta cruel e inútil pena.
El noveno: La violencia contra la mujer. El año pasado 4.8 millones de mujeres fueron víctimas de violación y malostratos. Unas 4.000 murieron. El arraigado sistema patriarcal, el concepto tradicional de familia y de los roles del hombre y la mujer —respaldados por la actitud de ambos candidatos y sus esposas—, son responsables de este mal.
El rosario de temas tabús incluyen la asistencia sanitaria universal, el cómo rescatar una economía en quiebra de facto, o la obscena influencia del dinero en las elecciones.
¿Qué se puede esperar de unos candidatos sentados en la cúpula de la burguesía, vinculados con la globalización de un capitalismo depredador y militarista, carentes del coraje, del sentido de empatía con los que sufren y de una visión real sobre el mundo en el que viven?
Pues sí, NáN, así es. Ninguno está dispuesto a arriesgar nada. Recuerdo que en la campaña demócrata de la anterior legislatura le comentaba a una amiga : "No deja de ser esperanzador que en la candidatura del partido demócrata van a tener que escoger entre una mujer y un negro. ¡Esto hace veinte años sería impensable!" ¡"No seas ingenua, C.S.! ¡El negro es en realidad blanco y la mujer es un hombre! Por eso les permiten estar ahí."
ResponderEliminarJua, juá, me parto, C.S.. Tu amiga tenía toda la razón.
ResponderEliminarLo importante es que, dado que la crisis vino de la codicia del sistema financiero, que incurrió en estafa con los activos tóxicos, ¿alguno de los candidatos ha hablado de regulación?
No padre.
Pues eso.
Besos
La verdad es que cualquiera que sea el presidente de los USA va a estar al servicio del capital, de lo contrario se lo cargan, así que a mi me la reflanflinfla quien gane...
ResponderEliminarSalud
La verdad es que pienso lo mismo, aunque yo jamás lo habría escrito tan bien.
ResponderEliminarY confié en Obama, eh, que conste. Pero ya no.
Besos desconfiados.
No es necesario padecer las posibles molestias de los grandes viajes, para recorrer los grises paisajes del cinismo depredador. Hagan ustedes el favor, si disponen de algo de tiempo y un hígado saneado, de pasearse, física o metafóricamente, por Andorra. Les hago una previa para abrir boca:
ResponderEliminar- Andorra es un Estado independiente (hace tiempo que decidí participar sólo en las manifestaciones que reclamen la disolución de un estado; es decir, que resten y no que sumen la cifra de semejantes y bárbaras ficciones) cuyos coprínaipes son el obispo de La Seu d'Urgell, el Presidente de la República Francesa y los capitales evadidos de los países que ambos representan..
- Andorra es un país democrático (para acceder al derecho a voto, es necesaria una residencia de veinte años; ni un sólo apellido portugués brilla en el firmamento de los elegidos, ni siquiera de los que están justo debajo de los elegidos; un reconocimiento médico sirve de filtro para obtener los permisos de trabajo; una tímida fiscalidad que ni siquiera roza las grandes fortunas abre no interrogantes sobre las prestaciones sociales, sino signos de exclamación…).
- Andorra es (dejo las consideraciones relacionadas con esta afirmación a filósofos, comentaristas deportivos y aficionados a las especulaciones metafísicas).
Obama es un lacayo del imperailismo capitalista de Estados Unidos, es mas Obama de socialista o democrata no tiene un pelo, y es un continuador de la politica socioeconomica de George Bush.
ResponderEliminar¿ Obama Socialista ? El no se considera como tal, no lo es tampoco, y los socialistas no los consideran como tal tampoco. Socialista es todo aquel que aboga por la posesión común de los medios de producción administrador por la clase obrera mundial, una sociedad sin estado, sin líderes, sin sistema monetario, y de libre acceso, esa fue la sociedad que de una manera general describieron Marx y Engels, ¿ y desde cuando Obama ha abogado por este tipo de sociedad mundial ? El es un buen pupilo de los intereses expansionistas del Pentagono. Ese cuento no pega ni con goma de mascar.
Besos NáN
(1)
ResponderEliminarMe paseo metafóricamente, amigo JOSEP, por Andorra como Pedro por su casa, pues el neoliberalismo depredador es ya, con mayores o menores diferencias, la casa de todos. Pero como siempre hay diferencias, ese paisaje que considero desde la lejanía idílico es el territorio de un Estado transustancial, dado que vive de transustanciar las riquezas robadas en guardería oculta, por lo que es más cabrón como depredador que otros.
Así pues, y sin ofender a sus habitantes, convierto el gentilicio en lema:
Andorra No!
Un abrazo.
Y Ahora, GENÍN, SUE y ROCIOLAT, me toca una tarea difícil. Afirmarme en lo dicho en el texto de Armanian y, al mismo tiempo, negarme un poco.
En lo importante me afirmo, pero, repitiendo que siempre hay diferencias, me referiré al motivo de que me sienta “aliviado”.
Es una vaina tener que expresar preferencias en ciertas cosas. Como si, condena dos a fusilamiento, pudiéramos elegir un tirador experto que nos va a matar con la primera bala y otro con parkinson, que suele tardar 20 minutos en terminar la tarea y te da primero en 20 sitios que te duelen pero no te matan.
Ambos candidatos lo son del Sistema y, por primera vez en nuestra Historia reciente, vemos en nuestro país el dolor enorme y creciente de muchos ciudadanos, como lo vimos en los medios de comunicación hablando de tantos países sometidos por una deuda ilícita a la voluntad del tándem BM-FMI. Ahora es una troika y se le ha unido el BCE (dirigido por un ejecutivo de una de las empresas que crearon la crisis, para mayor pitorreo).
(2)
ResponderEliminarPero hay diferencias entre uno y otro candidato. Diferencias para nuestra vida cotidiana. No es por “moda” que los peores seres del mundo tuvieran a Romney como candidato preferido declarado. Pero me voy a referir a un solo ejemplo, la actitud ante el cambio climático: cada candidato hizo solo una ligera alusión al tema... a pesar de que días antes se produjo el huracán Sandy, cuyos efectos han sido descritos así de graves por la elite científica como exacerbados por esta cuestión. Y lo voy a hacer con los tres párrafos finales de lo que escribió al respecto George Monbiot la semana pasada para The Guardian.
«Durante el año decisivo de 2009, en el que el proyecto de limitación a los gases de efecto invernadero se luchaba en el Congreso y los gobiernos se preparaban para la Cumbre de Copenhague, los grupos medioambientalistas dieron todo lo que tenían por el cambio climático. Tras ingentes esfuerzos por dotarse de fondos, una coalición de ONGs verdes consiguió reunir 22 millones de dólares para lobbies federales. Pero Exxon, por sí solo, los sobrepasó metiendo la mano con facilidad en su billetera. Los 27 millones de dólares que puso en la contracampaña solo representaban la mitad de los beneficios de un día. Las otras compañías de combustibles fósiles añadieron otros 150 millones de dólares. Sin una gran reforma de las finanzas de los lobbies y las campañas, el gran dinero seguirá ganando; todos los demás seguirán perdiendo. Proteger el planeta y a sus habitantes es imposible en una plutocracia.
Los republicanos del Congreso no tienen otra opción que la de seguir obstruyendo o pirateando todos los medios de de hacer frente a nuestra crisis global prioritaria, pues alterar su posición significaría poner en riesgo los fondos que reciben para su política. Como señala David Roberts, de grist.org, Obama tiene pocos incentivos para hablar sobre el cambio climático cuando sabe que cualquier promesa que haga será empequeñecida. Lo único que puede hacer es “luchar por mantener el punto muerto, pues el punto muerto es mejor que la alternativa”.
Por eso los dos candidatos están enmudecidos. Les falla el discurso, la acción es abominable, ni siquiera levantarán las manos como autodefensa. La crisis más apremiante del mundo derriba ahora las puertas de la nación más poderosa.»
Los dos son candidatos de esa “plutocracia”, pero mientras unos reciben la mayor cantidad de fondos precisamente de las compañía que aceleran ese cambio, y por tanto están decididos a eliminar cualquier freno a lo que enriquece a las compañías que crean el problema, Obama, al menos, no hace nada, pero prefiere dejar las cosas como están. Y no hace nada porque, como dice Monbiot en el mismo artículo, «En una reunión celebrada en la Casa Blanca en 2009, sus estrategas decidieron que el cambio climático era un tema prohibido: causaba demasiados problemas».
Con Obama, al menos el tiempo no corre supersónicamente en nuestra contra (solo velozmente).
http://archive.org/details/TheStoryOfStuff
ResponderEliminarS.