“Lo primero que hay que hacer para salir del pozo es dejar de cavar”. Proverbio chino.

NO PODEMOS RESOLVER PROBLEMAS PENSANDO COMO CUANDO LOS CREAMOS. Albert Einstein

“Si a alguien le indigna más ver un contenedor ardiendo que una persona comiendo de él, tiene que revisar sus valores”

Sobre los poderes de siempre y los emergentes: "“No nos parece mal que nos muerda un lobo, pero a todo el mundo le saca de quicio que le muerda una oveja". Ulises de Joyce, Cap. 16




jueves, 11 de julio de 2013

Escalón 22 de Verónica y Nano




Ha pasado un año desde que dimos a conocer el escalón veintiuno de esta obra larga en el tiempo llamada Los 100 escalones. Quizá necesitábamos ese distanciamiento para volver con más ganas.

Pero después de tanto tiempo, algunos habréis olvidado cómo aparecen en este blog mío: doy prioridad absoluta a la belleza del trabajo de Verónica Leonetti, lo que significa que el trabajo completo (texto e imagen) solo se puede ver en su blog. Es fácil: solo tenéis que clicar en este enlace:


Además, los comentarios solo se pueden hacer en su blog.

Ojalá lo disfrutéis tanto como yo.

domingo, 7 de julio de 2013

microrrelato: último ejercicio del taller de L.M-


Las penas con lujo son menos

—Tenía sus defectos, pero siempre fue muy bueno —dijo la viuda mientras regresaban despacio y cogidas del brazo, en la agradable quietud del cementerio, hacia el coche con chófer al que ordenaron que las esperara fuera del recinto. Con la brisa fresca de finales de mayo, preferían pasear solas, charlar tranquilamente y no tener testigos de su dolor.
—Y generoso, nos ha dejado a las dos con un buen pasar.
—Quizá le hicimos trabajar demasiado y por eso se nos ha ido tan pronto. Además de atendernos en la cama, que siendo como somos debió de representar un gran esfuerzo. Era tan cumplidor
—No seas blanda, mujer. Los hombres han de trabajar mucho. Siempre te dije que, al mantener lo nuestro en secreto, le causamos un complejo de culpa, una ansiedad de que no se descubriera su lío conmigo y eso te hiciera daño. Era cuestión de tiempo que esa culpa acabara con él.
—Cierto. Era tan delicado en estas cuestiones.
—En fin, hecho está. Ahora, nuestro viajecito de tres meses. El estrés de la muerte repentina y el mes de papeleo legal y financiero nos han dejado exhaustas. Nos merecemos una buena recompensa. Pero el dinero no es eterno. Creo que al regresar debemos repetir la operación.
—Lo mismo he pensado yo. Seguimos siendo muy atractivas para un madurito, pero que esté ya forrado. Eso sí, esta vez te toca casarte a ti y, en cuanto pasen unos meses y empiece a perder la potencia del deseo, aparezco yo y lo seduzco.
—Es lo que te dije cuando te casaste con Paco: ningún hombre puede resistir la seducción de la amiga íntima de su mujer.