Cuando estoy en la montaña y el tiempo es bueno, después de
la pequeña siesta leo en la mesa auxiliar de la cocina, con las ventanas
abiertas de par en par. En esos momentos, en la mesa hay un libro, un bloc
pequeño y uno grande, un lápiz para subrayar y al menos dos pilots de colores
diferentes. Casi siempre una taza de café o de té. En el alféizar, que tapa la
mesa, un cenicero, porque con todo abierto el olor a tabaco se va por la
ventana.
Procuro leer libros fáciles, para mirar cada rato los
cerezos, el enorme a la izquierda y a la derecha uno de ocho metros, que nació solo a partir
de una raíz del grande. Este no solo es alto, sino que se abre como un enorme
paraguas protector para gigantes. Hay una lucha, porque todos quieren podarlo
para que dé más cerezas (y más fáciles de recolectar), pero yo no quiero
cerezas; solo quiero que exista como es. Sé que un día perderé la batalla.
También elijo libros muy difíciles, para quedarme en una
frase y repetírmela viendo los árboles o la montaña, hasta que le encuentro
sentido o renuncio a conseguirlo.
Cuando el sol se pone, bajo a la huerta, donde está Ardilla
leyendo y nos ponemos cara al sol, que se va colando por entre los huecos del
cerezo pequeño. Hablamos. A veces nos decimos que somos felices allí, los dos solos.
Otras, uno acusa al otro de haber trabajado demasiado y estar de mal humor, que
es una de las grandes tonterías que se puede hacer en un sitio así. Al que estaba de mal humor, se le pasa.
Cuando el sol se oculta tras la casa vecina, cerramos la puerta de la huerta y nos vamos de
bares.
Cuentas la vida humanizada, creo. Dices más con las palabras que con la fotografía. Tardamos una vida en conocer a nuestra pareja. Hule, persiana, cristales sin junquillos que ajusten, contraventanos... no sé dónde es pero parece rural. Y pareces feliz, de lo que me alegro.
ResponderEliminarUn abrazo
El mejor plan del mundo, y muy bien escrito.
ResponderEliminarUn abrazo
Ardilla.
ResponderEliminarQué envidia de plan, incluido cuando se discute.
No puedo leer que os ponéis "cara al sol", pero es que vivo momentos de hipersensibilidad con el tema.
Me ha flipado.
ResponderEliminarQue lo sepas.
Y me ha recordado una sección que tienen en el blog de Paris Review en el que escritores de todo el planeta mandan un breve escrito contando que ven desde la ventana de la habitación donde escriben.
Magnífico, sin pretensiones. Bravo
ResponderEliminarInfinitamente mejor que un concierto de Springsteen, ya que estamos
Son esas pequeñas cosas... como dice la canción.
ResponderEliminarDisfruta ahora de toda esa paz y esos bares, que te lo has ganado.
Besos, Nan.
Querido JOSÉ LUIS, aciertas en tu visión de fotógrafo. La casa es antigua y aunque hemos arreglado cimientos y estructuras generales, la conservamos como antigua y rural. En la mesa de la cocina (más hule), el lado del fondo lo ocupa un “escaño”. Está en la montaña oriental de León, todavía montaña baja y arbolada.
ResponderEliminarLa vida, allí, es sencilla y feliz. Nos da el contrapunto necesario a la vida en el centro de Madrid (que por otra parte, también disfrutamos).
Un abrazo
Gracias por lo de “bien escrito”, ELVIRA.
Besos
Es que si tu compañero/a no hace a veces de sparring, AROA, ¿para qué vivir en pareja? ¿No? En cuanto al “cara al sol”, puedo prometerte y prometo que la camisa era vieja y está impresa en rojo mañana.
¿Háse un vermutito el sábado con tu family?
Joé, MOLINOS, tu comentario me llena de alegría. Cuando sea escritor, lo mando al PR.
No te mando besos porque estarás toda nerviosa con tus viejas zapatillas rojas y no te vas a enterar.
Gracias, USLAR, por el aprecio. Pero, ¿por qué en el segundo párrafo cargas contra mi amiga Molinos? A mí me parece sensacional que tenga esa pasión por ese músico.
Un abrazo.
¡Eso es, ZARZAMORITA! Que la vida nos dé ocasiones de disfrutar de las pequeñas cosas, que no todo sea siempre complicado, es una suerte.
Por desgracia, lo escribí al regresar, tras un período caótico en el que pasé por exámenes finales de italianos y el cierre de los dos talleres literarios (más otras actividades que no cuento). Gracias a esos días, me he enfrentado con fuerza a jornadas largas de trabajo mental.
Eso sí, la casa está ahí para volver en cuanto pueda.
Muchísimos besos, ya sabes.
Bueno en realidad era una simple elección. Yo soy muy de Springsteen también pero al meter todo en un conjunto no dudaba en lo que me gustaría hacer en estos momentos.
EliminarEsta larga tragedia que estamos viviendo en la que ya algunos optimistas vaticinan el final me está endureciendo el alma aún más y simplemente lo que me gustaría es asomarme por una de esas ventanas y poder dejar la mente en blanco.
Conozco algo, Nán, la parte occidental, creo, la zona de Noceda, donde estuvimos hace unos años. Es rural rural, y el ritmo de vida, la velocidad, también, al menos lo era entonces.
EliminarEste año el Camino de Santiago se desarrolla por Astorga, Ponferrada, Molinaseca, no sé si pasaremos ya a Galicia o no, tengo que mirarlo con detenimiento.
Un abrazo
Apetece.
ResponderEliminarY más con vos.
Y el comentario de Moli, qué esnob :DDD
Besos y abrazos.
Tener tiempo para `calma` ¡quisiera!
ResponderEliminarTambién tiene su emoción ir a una tiendecilla a comprar cerezas...
Abrazote
Hola guapo. Lo habeis disfrutado, me alegro por ambos, y por los cerezos. No sabía qué más decir, estaba todo bien, también la foto. Te conjuré en el blog de las divas, me alegro que funcionara.
ResponderEliminarQué reflexión me hago sobre algo de lo que no movería una coma?, pues cómo hablar de eso, aportando algo más de lo de que está bien...en la crítica está la base para enriquecerse con otras opiniones. Si no hay crítica, ¿cómo podemos enriquecernos hablando de lo qe nos gusta?. Es una pregunta no retórica. Por chinchar.
Uslar...no hay nada infinitamente mejor que un concierto de Springsteen para mi, pero solo un poquito por debajo está NáN, sus escritos, nuestras charlas por mail y nuestros encuentros...y lo mejor es que sé que si Nan tuivera la posibilidad de hacer que yo fuera la chica que sale a bailar con Sprinsgteeen, haría todo lo posible para ello porque aunque él no comparta mis enfervorecidos entusiasmos le encanta verme entusiasticamente enfervorecida.
ResponderEliminarPorto...tururú.
USLAR, la vida es y debe ser compleja, cabe todo. Por eso repito que el aprecio a mi texto no tenía que relacionarse con un desprecio a las actividades de una querida amiga.
ResponderEliminarNo modero ni censuro ningún comentario: cuando alguno ha escrito contra mí, en mi blog, me ha parecido el sitio adecuado (y normalmente, hasta he estado de acuerdo; y cuando no, me ha resultado divertido).
Pero no dejo de contestar, molesto, a quien arremeta contra un amigo desde los comentarios de mi blog. Quien es mi amigo, lo es porque lo he elegido, lo quiero, respeto y defiendo. Una vez, y todas las que hagan falta.
Son zonas bastante distintas, JOSÉ LUIS: la occidental es más gallega y la oriental más asturiana. Pero metidos ya en la montaña, igual de bonitas. Creo que los animales del bosque y las vacas no saben sin son orientales u occidentales. Disfruta del Camino, debe ser una pasada, no olvides la máquina de fotos y...
un abrazo
PORTO, no vas a ser tú el único que pone fotos chulas del mar. También hay montañas (y solo la he dejado entrever). A ver si coincidimos en tu sitio o en el mío (o en los dos)
Segundo párrafo: Pedorro, eso es lo que eres.
Abrazo
¡Ay, JONHAN! Ya sé que este verano no vas a tener tiempo para nada. Resiste. Que luego todo sigue siendo bonito.
Abrazotes
Me gusta cuando chinchas y conjuras, IRE. Pero si ni moverías una coma, esta vez te chinchas tú. (Ya sé que es tu modo de decir que te ha gustado).
Otro abrazote.
Dí que sí, MOLINILLOS. Votaría cienes de millones de veces con IP falsos para que hubieras sido la elegida. En cambio tú, por mucho que me quieras, jamás te pondrías unos crocs. Así es la vida.
Besos y olvido
Si ves en mis dos comentarios ataque y desprecio lo acepto pero me parece exagerado.
EliminarBueno, Liborio, lo vi así porque me pareció fuera de lugar la comparativa.
EliminarEste nuevo comentario tuyo, me parece ya más ajustado.
Doy por olvidado este asunto, un abrazo.
jajajajaja Nan...si tu me lo pides me pongo unos crocs!!!! claro que si...
ResponderEliminarDisfruta, Arturo, de este momento, dijo Merlín el mago.
ResponderEliminarCuando los magos te dicen eso, MICROALGO, es para echarse a temblar. Como mínimo, te quedas sin Ginebra, que es como decir adiós a los Dry Martínez (que, como bien sabes, es lo que bebe la reina de Inglaterra, pero en copa y servido de una botella de Larios).
ResponderEliminarJo, Nano, qué envidia me has dado ¿y hay que esperar y/o trabajar mucho para tener esos momentos, ese cerezo y que se te pase el mal humor así, sin tirarte de los pelos ni nada?
ResponderEliminarMe da a mi que sí, que aún me queda mucho para eso.
Enjoy.
Besos.
Me alegra que le vayas cogiendo el gusto a la calma de esa preciosa tierra.
ResponderEliminarBesos
Pero sobre todo, SUE, hay que irse preparando mentalmente y tener una pasión (en mi caso, la literatura) a la que puedas entregarte.
ResponderEliminarPues sí, AQUÍ, no creas que siempre me fue fácil, como ahora, encontrar esa necesaria calma.
Muchos besos a las dos
Se me había olvidado poner cuánto me gustó este post. ¡Esto sí que es un clásico!
ResponderEliminarYa tengo la pasión. Ahora me falta la casa.
ResponderEliminar:)
C.S., es que es un comentario o glosa, y eso "requiere" el modo clásico.
ResponderEliminar(Se me ocurre escribir un artículo sobre la "regencia de los estilos dependiendo de los temas", lo mismo que hay que verbos con regencia de preposiciones.
Se me ocurre, sí, pero me acabo de dar cuenta de que para escribir 5 folios necesitaría 2 años de lecturas. Y con eso, ya se me ha "desocurrido".
SUE, si tienes la pasión, la "casa" viene sola. Por herencia o pagando dos duros.
Dados por besadísimas.
Y a mí que me da alegría leerte de esta guisa, tan relajado, no importa si hace tiempo o es ahora, el caso es que es un buen registro.
ResponderEliminarUn verde precioso.
Besos.
Con todo lo que ha llovido, ISABEL, todo está precioso, los montes y los valles. Es un refugio temporal excelente.
ResponderEliminarBesos
El final de tu texto me ha hecho sonreír.
ResponderEliminarEse mismo es Nán, me he dicho. Un tipo que lee sin descanso bajo el amparo de cerezos grandiosos.
Un abrazo
Efectivamente, como dice Gemma, ése es nuestro Nàn. Ahora lo entiendo.
ResponderEliminarUn besazo grande.