Ni por asuntos religiosos.
Ni por ideas.
Ni por motivos geoestratégicos.
Ni por controlar materias primas de otros.
Ni por costumbres que nos gusten más o menos.
Ni por...
Solo se puede matar cuando, REALMENTE, alguien te va a matar
a ti o a los tuyos. Solo en esos momentos exactos (no vale un antes ni un después). Nunca por un “creo que un día
podrían matarme, así que los voy a matar ahora”.
Que no se mata, y fin del asunto. Regla de oro. No tengo
nada más que decir.
Bueno, sí, repetir lo que dijo Sabina: Ojalá que un día, los
que matan se mueran de miedo.
Amen...
ResponderEliminar* La flor y nata mundial asusta mucho. La foto.
Esa es la actitud!!
ResponderEliminarBien dit, mon cher ami.
Y tú te mereces, no un beso, sino dos.
;)
Cuánta razón tienes, y cuánta razón les falta.
ResponderEliminarLos que mataron no se murieron de miedo, pero si de una indigestión de plomo...
ResponderEliminarSalud
No se mata y punto, es cierto mi querido amigo, y lo peor de todo es que son tantos y tan desconocidos los caminos que llevan a ese horror. Aparentemente es un solo dedo el que aprieta el gatillo, pero en realidad suelen ser muchos más los que lo empujan.
ResponderEliminarNi por... venganza, ea!
ResponderEliminarNi por los nuestros se haría lo mismo, es el sentimiento, no la acción. Es el rechazo visceral de tantas y tantas formas de matar, muchas sin que los sepamos y de tanto fanatismo inútil.
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