“Lo primero que hay que hacer para salir del pozo es dejar de cavar”. Proverbio chino.

NO PODEMOS RESOLVER PROBLEMAS PENSANDO COMO CUANDO LOS CREAMOS. Albert Einstein

“Si a alguien le indigna más ver un contenedor ardiendo que una persona comiendo de él, tiene que revisar sus valores”

Sobre los poderes de siempre y los emergentes: "“No nos parece mal que nos muerda un lobo, pero a todo el mundo le saca de quicio que le muerda una oveja". Ulises de Joyce, Cap. 16




sábado, 15 de noviembre de 2014

Extraña relación paterno filial (ejercicio del Bremen)


[El 19 de septiembre subí al blog un ejercicio con los mismos personajes (http://lluevenangeles.blogspot.com.es/2014/09/lou-ejercicio-del-bremen.html). En esta última sesión, con el tema "Soy un animal", me vuelven a aparecer. Solo quería señalar lo curioso de que se produzca esto, el que sin que uno mismo lo pretenda haya personajes que deciden habitar con nosotros. Es un juego divertido]


Extraña relación paterno filial

Soy el hijo que no tiene y él es el padre al que puedo educar. ¿No les parece un buen acuerdo? Con esa declaración, terminada en una pregunta sin respuesta, tras cuatro horas de contestar animosamente preguntas mal planteadas, Lou marcó el cierre del interrogatorio-conversación. Se adelantó hacia la mesa, reposó en ella los antebrazos, cruzando los dedos de las manos, y miró a los dos polis con su sonrisa abierta. Uno de ellos, enjuto y algo más viejo o al menos canoso, que apenas había dicho algunas palabras que sonaron forzadas en su visible aburrimiento, mantuvo la postura: más derrumbado que sentado en su silla con reposabrazos. Lou creyó verle un ligero movimiento en los labios, que interpretó como una burla ante el patinazo de su compañero, quien se había empeñado en tener esa segunda charla; era como si estuviera pensando “y ahora va el chaval y te cierra el interrogatorio cuando le da la gana”.
El segundo poli, más musculoso, aunque los resultados del gimnasio empezaban a convertirse en grasa, se había mantenido todo el tiempo apoyado en la mesa, con un cuaderno delante y un lápiz en la mano que no llegó a usar. Como si creyera que esa postura transmitía un interés y una voluntad que debieran preocupar a los interrogados. Dejó el lápiz sobre la mesa, vencido. Lou aprovechó para explicarles que, ya que les había ofrecido las horas que dedicaba a sacar unas monedas, estaría bien que le invitaran a unos tacos de verduras con queso en el puesto callejero que había frente a la comisaría. El poli enjuto sacó un billete de cinco dólares, lo puso en la mesa y lo deslizó hacia Lou. ¡Largo!, dijo. El chaval lo interpretó como un adiós.
El poli enjuto le dijo al otro que había tenido su momento de gloria, pero había perdido al chico para siempre: te ha dejado fuera de combate al interpretar su amistad con Big como una relación familiar. Los hechos son: que el chico vive en el semisótano de un viejo a cambio de hacerle algunas chapuzas; que ayuda un rato en una tienda de verduras a cambio de unas piezas de fruta, adora la fruta el tío; que pide monedas con esa sonrisa que le abre la puerta al alma de los peatones; gasta el escaso dinero en comer algo en puestos callejeros o en beber alguna cerveza en un bar que tenga música; pasa horas leyendo en la biblioteca; da largos paseos. ¿Te parece el miembro típico de una banda mafiosa? Big le invita a comer de vez en cuando, hacen excusiones de dos o tres días en coche. Hablan de la vida, supongo. Si puedes entender y explicarme esa relación, me ayudarás a entender el mundo; pero nada más. Línea de investigación cerrada. Déjanos en paz al chico y a mí. Todo esto ya lo vi claro, y te lo dije, en la primera charla. No te paso la cuenta de gastos por el tiempo que me has hecho perder, pero me debes el billete de cinco que le pasé.

Hicieron una parada en Baton Rouge para conseguir el CD Deja vu de CSN&Y,  Lou lo quería oír por la Interestatal 10 con destino a New Orleans.
—Gracias, Big, por parar a comprar el disco.
—Es tu viaje-regalo, Lou. Te lo has ganado por lo bien que lo has hecho con mis dos detectives favoritos. Además, cuando voy a N. O. paro a menudo en Baton para zamparme unos cangrejos en salsa.
Siguieron hablando de las comidas grasientas, del bourbon y del jazz que les esperaban. Big mezcló luego las putas que se follarían con retazos del interrogatorio que le habían hecho. Lou se dio cuenta de que los detalles de la comisaría eran demasiado precisos para proceder de terceras o cuartas fuentes, pero no comentó nada en ese momento. El vino blanco que había tomado con los cangrejos en salsa cajún había vuelto charlatán a Big. Tanto, que desde que salieron desde la capital de Louisiana fue Lou el que condujo todo el rato. También quería saber por qué ponía tantas veces el CD, sobre todo Teach your children well, el segundo tema.
—El último viaje que hicimos juntos por la 10, aunque por el extremo oeste, mi madre puso varias veces la casete y cuando sonaba ese tema lanzaba un brazo hacia atrás y me cogía la mano. Un mes después desapareció. Escuché mil veces la canción en los meses siguientes. Como si fuera su herencia.
—Pero chaval, entonces tu madre, ¿es tu madrastra? Creía que era la que vivía con el viejo en ese poblachón en el que lo más guapo es ver crecer el centeno
—Es una buena mujer. Estricta y ordenada luterana. Profe de matemáticas que ejerce con poca imaginación su trabajo. También yo tengo preguntas para ti, Big. Exactamente dos.
—Dispara.
—Una ahora y la otra más adelante. ¿Esos nudillos desollados?
—Cuando te conté que me barruntaba que Parker me la estaba metiendo por el culo, me soltaste lo de que un noble no puede permitir el desorden en su castillo, o algo así de raro, pero lo entendí y, en cuanto le juné, lo dejé para el arrastre.
—¿Delante de otros?
—De casi todos los míos.
—Tendré que cuidar las comparaciones con la Europa feudal. Te dije que te pusieras en alerta, no que actuaras. Menos mal que no lo mataste tú mismo en un bar irlandés un viernes por la noche. ¿Qué entiendes por estar alerta?
—Me importa más que sean ellos los que estén alertados de lo que pasa cuando me la juegan.
—Dejando vivo a un enemigo para toda la vida. Bueno, tampoco soy tu consiglieri, solo tu asesor para asuntos personales.
—Cuánto tienes que educar a tu Papi, ¿eh?
Los dos se sentían felices como dos adolescentes en una excursión.

A media noche, en un club, después de haberse dado una cena cajún que también Lou comió en abundancia, aunque no con el aprecio de su amigo por las salsas grasientas, con esa calidez vital que da la música y el bourbon, Big le dijo de pronto:
—Suelta la segunda pregunta.
—Por lo que has dicho del interrogatorio, quien te lo contó estaba en la sala. De los tres, yo no fui. ¿A cuál de los dos polis tienes en nómina?
—Y tú, ¿cuál te imaginas?
—El cachas, que tanto parece perseguirte.
Big le revolvió afectuosamente el pelo.
—Este es mi cachorro —dijo sonriendo con orgullo paternal.


10 comentarios:

  1. Tiene el vocabulario y el estilo de novela negra gringa es mas, sabe a ello con salsa y todos, me ha gustado... :)
    Salud

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  2. Ahí está la novela con todos sus elementos. Cuando surge un personaje te lleva de la mano. Disfrútalo. Yo lo hice aquel verano con Jimena, tres entradas y luego la dejé, estaba en otras cosas, pero a veces la recuerdo.
    Un abrazo

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  3. Desde luego, GENÍN, no me toca hacer novela gringa (ni la malagueña), pero es lo que le va al desarrollo de estos personajes, que es lo que me interesa. Disfruto escribiendo estas "estampas". Y me anima que tú lo hayas pasado bien leyéndola.

    Sí, ISABEL, "te lleva de la mano" es una gran descripción. No consigo encontrar tus tres Jimenas, aunque sé que las leí. ¿Una url, porfa?

    Besos a los dos

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  4. Es un texto cojonudo. Mañana me lo leo.

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  5. NáN, no suelo releerme, me horrorizo, y no me acordaba de cuántas entradas dio lugar tu propuesta de aquel verano, creo son cinco Jimenas y una conducen a otras:
    http://elcosturerodeisabel.blogspot.com.es/2012/05/251-preguntas-absurdas.html
    http://elcosturerodeisabel.blogspot.com.es/2009/09/97-un-verano-de-palabras.html
    Recuerdo que la dejé por terminar una novelita que también llevaba años empezada y luego me gano la desidia como a Jimena. Abrazos

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  6. Pienso lo mismo, un texto cojonudo. Tus textos no son banales. sino que tienen chicha. No llego a todo, sólo a lo bueno. Hay mucho texto banal.

    Un abrazo

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    1. Bueno, no es del todo cierto: sólo llego a una pequeña parte de los textos que no son banales.

      Otro abrazo

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  7. jo QUIASINT, has vuelto y has quedado tan maravillado que te han faltado palabras.

    Pues deberías releerte y extender tus escritos, ISABEL, porque esa Jimena, que ya conocí, es un personaje cuyo aliento da gusto respirar. Promete que unificas los cinco con una clave y escribe el 6, 7, 8...

    Gracias, JOSÉ LUIS. Me gusta tu capacidad de volver para hacer una precisión. Me corrijo, más que gustarme me encanta.

    Abrazos a los tres

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    1. Bueno, me gusta de ti que tus textos sean buenos, al menos me lo parecen; que no seas snob, que no te prodigues tanto que tus textos sean, comprensiblemente, flojos, que no hagas trampas ..., en fin. Lo importante es lo primero. que tus textos sean buenos.

      Un abrazo

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    2. Querido amigo, soy tan lento y tan dado a repasar y corregir lo que escribo, que no hay peligro alguno de que me prodigue. En cuanto a las "trampas"... todo arte consiste en hacerlas, en aprender a cómo decir, fotografiar, pintar, etc. con el oficio suficiente (o sea, las "trampas") para intentar transmitir en un formato que no es la "realidad" esa parte de "lo real" que nos interesa u obsesiona.

      Un abrazo grande.

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