Dime si no
te ha pasado alguna vez que, en mitad del día, la luz se pone de un violeta
violento y el día, indeciso, no sabe si virar bruscamente a lo oscuro o
regresar al celeste blanco del principio.
Es solo un
segundo de desconcierto del cosmos, que se reajusta sobre la marcha.
Pero un
segundo puede ser mucho más que lo que transcurre entre un tic del reloj y el
tic siguiente. Da tiempo para todo.
Tú solo
dime si te ha pasado alguna vez, si me comprendes; o si también esto son solo
cosas mías.
Pos...
ResponderEliminarMe encantaría decirte que si...
Pero no, que yo recuerde, así como lo dices, no...
Mas bien parece que son cosas tuyas, lo cual no significa que estés majara ¿No?...
Mucho sorry por no poderte apoyar...jajaja
Salud
Aquí, en las montañas, pasa mucho: pero al revés. En medio de la noche, el alba parece que se despereza y luego se tapa de nuevo, como si no quisuera salir de la cama. Pero los gamos y algún zorro plateado le recuerdan que ya es la hora. Entonces se desliza rápidamente entre las encinas rompiendo gloria. (es una imágen muy recurrente en las portadas de los catecismos. ¡Otra hierofanía!)
ResponderEliminarYo he visto una vez el RAYO VERDE. Sucede aquí en las Islas en el poniente cuando el sol "cae" por detrás del horizonte y el cielo está rojo como el vientre de un aninal. Entonces, durante unos segundo, aparece y desaparece una especie de rayo verde. Hay varias asociaciones del rayo verde. Yo creo, sinceramente NáN, que deberías fundar una: GRAN COFRADÍA DEL VIOLETA VIOLENTO.
ResponderEliminarsi
ResponderEliminarNo hay problema GENÍN. Es más, creo que el que escribió eso entra en el grupo socialmente considerado como “majara”. Que quien escribió eso no sea “yo”, aunque sea “yo” el que lo escribió, aumenta la adhesión al grupo. Abrazo.
ResponderEliminarLo que me pregunto ahora, C.S., es qué haces en medio de la noche en el bosque con los gamos y los zorros plateados. Considero tu respuesta un “sí”. Abrazo.
Otro que se une al club, JUAN. El primero al que le oigo confesar que ha visto el rayo verde. Qué suerte. Pensaré tu idea. Abrazo.
Gracias, LOQUELEO. Abrazo
Voy a trabajar. Ahora estoy currando en una especie de castillo de la bella durmiente, escondido en medio de un bosque en el que te encuentras a diario con cosas maravillosas. En ese momento de la luz púrpura (¡sólo en ese!) me da por pensar qeu soy yo la que debería pagar por ir allí.
ResponderEliminarPues me encantaría que me sucediera. Un abrazo
ResponderEliminarPensando en el cielo no recuerdo haberlo visto. Sin embargo conozco esos momentos en los que todo se oscurece por un segundo, invisible a la consciencia, interminable y violento. Un segundo en el que sólo un reajuste emocional clarea en ambiente.
ResponderEliminarNo son cosas tuyas Nán, son cosas de Ello. Quien se alimenta solo de uno mismo (ego) pierde el amor por la vida. Y quien se alimenta de las perlas de margarita (imágenes del inconsciente) puede ganar ese Amor.
ResponderEliminarO eso parece decir estos con su canción, que bien pudieran convertirse en la banda sonora para toda esta panda que escribe aquí.
http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=-XC4Vu1hofU
Un abrazo
Me está pasando ahora mismo...
ResponderEliminar(besos)
A qué te da tiempo en ese segundo?
ResponderEliminarAnda, C.S., pues a mí me gustaba más pensar que eras bruja y recogías hierbas silvestres bajo la luna. En todo caso, ni siquiera en esos momentos des ideas a los patronos, que están muy crecidos.
ResponderEliminarAbrazo emboscado.
No creas, ELVIRA, es un violeta demasiado violento.
Abrazo floral.
JONHANCOME, no te imaginas lo cerca que andas.
Abrazo de continuidad.
Me ha encantado vídeo, TALIESIN. La atención, desde luego, lo mejora todo.
Un abrazo simple.
Privilegiada KIKA.
Besos.
Pues dadas las rarezas del tiempo, DIVA GANDO, según cuenta Garcíafrente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía recordó el día en que su padre lo llevó a conocer el hielo; y ya de paso, “Cien años de soledad” en su totalidad. Y creo yo que no tardarían mucho más de un segundo en disparar.
Abrazo de tiempo algo más rápido.
Recuerdo un día que, en mitad de la noche, la luz, indecisa, no sabía que hacer. Suerte del desfibrilador -se llama Violeta y sus ojos se ríen en verde y azul-.
ResponderEliminarClaro que me ha pasado, mi querido amigo; claro que te entiendo; evidentemente que son solo cosas mías tus cosas.
Un abrazo ni tuyo ni mío, sólo nuestro.
Jova entonces yo Nan no soy la unica, porque muy seguido veo una luz por mi rabillo del ojo de un azul potente, luego un dia me puse a pensar que se me estaban muriendo las neuronas, pero sali de dudas al saber que estan dan un destello rojo, luego al color azul le adornaban lucecillas estilo pequeños rayitos y me dijeron que era posible una tension ocular, fui al medico y nada, y he asumido que veo un intenso color azul, jamas visto en algun sitio, algo asi como el color cian indigo con rayitos como espirales y yo lo asumo a mi aura, ya que me tome un KIRLIAN y me salia hermoso, con el mismo tono azulado y un tono mas amarilloso que indica el yin y el yan...
ResponderEliminarSaludos
Rocio
No sé si es lo mismo, como estar en otra dimensión, eso a mí me pasa todos los días.
ResponderEliminarComo llego de viaje con ganas de leeros, me ha sorprendido la opinión de Juan porque yo he estado buscando ese rayo verde en los atardeceres de la provenza, pero ni en la tierra de Rohmer lo he conseguido.
Creo que tengo que ir al oculista.
Que sí, que te comprendo.
Buen desfibrilador, amigo JOSEP. Esa te salva de todas. Abrazo común.
ResponderEliminarLo invisible que vemos señala un buen camino, ROCIOLAT. Un abrazo.
Ja, já, ISABEL, no son cosas de oculista, sino de lo que te pasa todos los días. Besos
Si son como ataques de consciencia, sí me ha pasado, más conforme me hago mayor.
ResponderEliminarUn abrazo