“Lo primero que hay que hacer para salir del pozo es dejar de cavar”. Proverbio chino.

NO PODEMOS RESOLVER PROBLEMAS PENSANDO COMO CUANDO LOS CREAMOS. Albert Einstein

“Si a alguien le indigna más ver un contenedor ardiendo que una persona comiendo de él, tiene que revisar sus valores”

Sobre los poderes de siempre y los emergentes: "“No nos parece mal que nos muerda un lobo, pero a todo el mundo le saca de quicio que le muerda una oveja". Ulises de Joyce, Cap. 16




jueves, 12 de febrero de 2015

El ruido y la furia de Pablo Genovés






Hace un tiempo en el que pienso mucho en si estamos al borde de un proceso del final del Sistema ultra-capitalista, por lo que nos sucede a las personas, o al de una Civilización, por lo que sucede con el Planeta. La señales que veo no son buenas y, como suele suceder en estos casos, se me amontonan las que me llegan, en forma de noticias sobre el empeoramiento de la situación de las personas que vivimos en este mundo, de datos científicos, de voces de la minoría de políticos y economistas que no entonan los himnos del poder hegemónico. Lo mismo que un imán que atrae virutas de hierro, a mí me llegan predominantemente indicios de mis temores.

En resumen, como dice en voz en off Alfredo Landa al inicio de la película es decir el personaje que protagonizó El crack: Ando mucho, miro mucho y lo que veo no me gusta nada.

Quería escribir aquí una serie sobre eso, ¿Es el final de un Sistema o de una Civilización?, pero llevo meses retrasándolo por tres razones:

1. Porque no estaba muy seguro de si estas ideas me venían desde un punto de vista egótico (confundir el final de mi vida, cada vez más cercano por lógica, con las señales de un final, por suerte más lejano, de casi todo). O sea, no lo tenía tan claro para representar el papel de aguafiestas.
2. Por pereza.
2. Por desgana, y desconfianza sobre mi capacidad de reordenar incluso una muy modesta narración coherente y breve de lo que aprendo de la información que me llega.


Pero hay señales inequívocas que te caen de arriba, como temían los galos que les pasara con el cielo. Y me ha venido dado un Preámbulo Estético a la serie. Esta mañana he ido a la exposición de fotografías de Pablo Genovés, titulada El ruido y la furia. En la sala de El Canal de Isabel II, en la calle Santa Engracia, 125.

Entro en ella y me encuentro con una de mis pesadillas: sucedió lo que era posible que sucediera y las Fuerzas de la Naturaleza se están reapropiando de iconos privilegiados de esa civilización que amo: iglesias, palacios y bibliotecas.

Quizá todo se quede en este preámbulo, es posible que no haya Serie casándrica, pero al menos los que estén por Madrid podrían ver la Exposición. Los que no, tienen aquí dos imágenes, ampliables con un clic, más todo lo que se pueda encontrar por Internet.

22 comentarios:

  1. Querido Nán,aunque se derrumben los pilares de lo que creemos que nos sostiene,no pasará nada.
    Ya llevamos mucho tiempo jodiendo encima del planeta como para que nos toque a nosotros ver algo grandioso.
    Pasará lo que ya pasó otras veces;cambios,revoluciones,ríos de sangre quizá...y al final una mañana una mujer se preparará un café,como siempre,y un hombre se ajustará el nudo de la corbata,aunque no sea Tsipras,( él se abrochará un botón de la camisa),y los niños descubrirán el mundo si los dejan y con suerte se harán viejos y una empleada se volverá anticapitalista y preferirá quedarse en casa con un trozo de pan tostado y escribirá en un blog a escondidas de su propia vida.
    Nada más.
    Más o menos lo de siempre.
    ..
    Me gustaría ir a Madrid.
    Besos.

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    1. Querida REYES, es una cuestión de perspectiva. Nada puedo objetar a tu visión filosófica. La mía, es sentimental. Y además “enredosa”, porque veo un fin del Sistema, que sería largo y traería (no sabremos si para bien) esos mares de sangre y sufrimiento; pero también veo, en esas fotos, un fin de civilización: la presencia de la civilización humana en el planeta... al que por supuesto se la bufa que eso se produzca.

      Lo que sí te digo es que en:

      (Pasará lo que ya pasó otras veces; cambios, revoluciones, ríos de sangre quizá... y al final una mañana una mujer se preparará un café, como siempre, y un hombre se ajustará el nudo de la corbata, y los niños descubrirán el mundo si los dejan y con suerte se harán viejos y una empleada se volverá anticapitalista y preferirá quedarse en casa con un trozo de pan tostado y escribirá en un blog a escondidas de su propia vida.
      Nada más.
      Más o menos lo de siempre.)

      tienes un excelente primer párrafo de novela, aunque sea corta. Al menos yo, si en una librería leo ese primer párrafo, la compro la leo.

      (si pasas por Mandril, avisa)

      Besos

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  2. Mi padre nació con su padre en la cárcel condenado a muerte (era secretario de la UGT del pueblo). Se salvó del paredón por la intercesión de un primo lejano que era oficial franquista en Pamplona, aunque no le salvó de morir posteriormente antes de los cincuenta años de edad a causa de la tuberculosis que contrajo durante su estancia en prisión. Hablo de 1936. Hablo del final de un sistema. Hablo de un cambio de paradigma.

    Y ahora, mi queridísimo Nan, me permito la licencia de viajar miles y miles de años hacia el pasado y plantarme en Gibraltar. Las cuevas donde vivieron los últimos hombres de Neanderthal, cada vez más escasos, tribus que hacía muchísimo tiempo que no contactaban con otras tribus de su especie aunque sí con las de una nueva, distinta, ajena. El fin de una civilización.

    Es cierto, nos llega mucha información, pero no es toda la información. Hay una información que sigo en Twitter y es la de un astronauta que trabaja en la estación espacial. Cada día deja imágenes de nuestro planeta. Ahora Florida, mañana Mongolia, pasado mañana Ucrania. Desde esa altura no se escucha el sonido de los obuses, no se escucha la música de las fiestas ni el ruido que hace el viento al agitar la hierba de la taiga.

    No sé muy bien cómo expresar lo que pienso porque está construido de fragmentos atrapados aquí y allá. Me pasa lo mismo con mi hija biomédica cuando le asalta el pesimismo más tremendo y sin concesiones: ¿cómo decirle que da igual? ¿que lo que va a tener que hacer es buscar su camino en las circunstancias que le han sido dadas por el azar de su aparición en este mundo en esta época y en este hemisferio y no en otros? ¿cómo decirle que el tiempo es cambio imparable?

    Sé que sabes que comprendo los fundamentos de tu preocupación. En el ámbito de mi entorno familiar y laboral hago proselitismo sin el más mínimo atisbo de prudencia. En las últimas elecciones siempre he votado a EQUO, sabiendo que realmente no estaba contribuyendo a cambiar nada (pero no puedo evitarlo).

    No es el final de un Sistema. No es el final de una Civilización. Es una mutación o, lo que es lo mismo, algo que viene sucediendo desde hace millones de años. Sí, estamos cambiando el clima. Sí, las diferencias entre los más ricos y los más pobres crecen más cada año. Sí. Pero no somos marcianos, no somos algo ajeno a este planeta. Somos una especie de excrecencia ciega. La naturaleza se hará cargo de nosotros. Mientras tanto debemos perseverar en la esperanza, porque lo que diferencia a los verdaderos valientes de los cobardes no es la temeridad sino la esperanza.

    Un abrazo.

    Jesús

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    1. Tantas ideas y pensamientos en tu comentario, JESÚS, que solo me cabe seguir la conversación en algunos de sus hilos, además desordenadamente.

      Primero, que cada vez que encuentro a alguien que ha votado a EQUO me dan ganas de darle un abrazo, porque es lo que deberíamos hacer todos y no nos atrevemos. Espero y deseo que ahora, con tantos nuevos movimientos, pueda unirse a alguno de ellos y que su voz se escuche alta y clara.

      No estoy de acuerdo en lo que dices, refiriéndote al dolor de tu propia familia, en nuestra terrible Guerra. No fue un final de nada: solo un intento, repetido desde otras dictaduras, de mantener por otro modo los privilegios de clase que algunos acontecimientos históricos pusieron en entredicho desde la IGM. (Durante siglos, la vida media de un trabajador era de 37 años y no pasaba nada... hasta que pasó la Revolución Francesa y poco a poco se extendieron ideas). El cambio o mutación vino después: creo que me entiendes perfectamente si te digo que es “esa etapa de sufrimiento extremo” por la defensa de lo indefendible, del sistema depredador de los recursos naturales y humanos, lo que me da miedo.

      Entiendo a tu hija, que por su profesión tiene acceso a información real, en su pesimismo. Y te entiendo a ti, cuando le dices “no pasa nada”.

      Si se deja de leer a Homero, a Shakespeare, a Cervantes... ¿dejarán por ello las abejas de producir miel? ¡Al contrario! Las colmenas que están desapareciendo de forma creciente (y lo preocupante no es que nos quedemos sin miel, sino que son ellas las que polinizan lo que el hombre no planta) volverán a crecer.

      Y sin embargo, en los años que me queda de vida, esa situación me apena (y no pienso ir al psiquiatra por ello). Con respecto al planeta, tu amigo el astronauta tiene razón.

      Un abrazo

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  3. A mi me recuerda el hundimienrto del Titanic y me entra un repelús de cuidado porque no me gusta tragar agua ni que sea de Vichy y con gas...
    Enseguida suena en mi coco, no muy bien porque abunda el serrín, "Que será, será, lo que sea ya sonará" y una monja diciendo, "Pa lo que me queda en el convento, me cago dentro," y me quedo tan pancho...
    Salud y abrazo

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    1. Será porque vives en la naturaleza, GENÍN, y eso te da la sabiduría de lo cercano. Como ves, amigo, no me quedo yo tan pancho. A lo peor, lo mío es una manía de viejo. A lo mejor, un modo de ayudar a que se extienda una conciencia distinta de las cosas.

      Un abrazo

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  4. Queridaos Reyes, Jesús y Genín, hace tiempo ya que me di cuenta, sobre todo en los "relatos", de que mis respuestas "tempranas" coartaban los comentarios posteriores. Por eso decidí no intervenir hasta pasados unos días.

    Esta nota, que no comentario, es solo para decir que, aunque pueda parecer que la situación me abruma personalmente, no es así. A pesar de lo que voy pensando sobre lo que me rodea, mi vida personal está como casi siempre en un momento dulce.

    Pero sobre todo quiero deciros que con esta "nota" no doy por comentados vuestros escritos. Dentro de unos días contestaré lo que habéis escrito de acuerdo con mi capacidad y tan pormenorizadamente como pueda.

    Abrazos

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  5. La verdad es que viendo lo que vemos no es difícil imaginar un futuro como el de esta exposición; ya aventuró algo parecido el dibujante Miguel Brieva en la carátula del 2º disco de Las buenas noches, "Un mal día lo tiene cualquiera".
    Hace unos días vi la peli del 2013 en un canal de tv "Elysium", ciencia ficción, como lo era Julio Verne y mira tú...
    Pensamos en catástrofes porque vivimos inmersos en lo que ocurre, pero como nuestro tiempo es limitado, además de poner nuestro grano de arena, lo que nos queda es tener esperanza y que podamos ver algún cambio antes de irnos.

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    1. ISABEL, creo que has visto con claridad lo que digo cuando me refiero al fin de la civilización. Y que compartes esa tristeza (aumentada, no hace falta decirlo, cuando tenemos hijos jóvenes). Estamos pues de acuerdo en la diagnosis, como también en la esperanza de que podamos detenerlo; y en la necesidad de que hagamos algo, como granos de arena que somos en esta inmensa playa, en el tiempo limitado en el que seguimos estando aquí.

      Un abrazo

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  6. "Yo volví mis ojos a todas las opresiones
    que se cometen bajo el sol:
    ahí están las lágrimas de los oprimidos,
    y no hay quien los consuele.
    La fuerza está del lado de los opresores,
    y no hay nadie que les dé su merecido.
    Entonces tuve por más felices
    a los muertos, porque ya están muertos,
    que a los vivos, porque viven todavía;
    y consideré más feliz aún
    al que todavía no ha existido,
    porque no ha visto las infamias
    que se cometen bajo el sol."

    Eclesiastés


    S.

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    1. Tu amigote Eclesiastés es demasiado sabio como para creerle y seguir durmiendo con tranquilidad, S.

      Mi propuesta infantil es: ¡Vamos a darle un buen susto a los opresores!

      Dos abrazos

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  7. Francamente, Nan, lo que vemos no es alentador. Y la sensación de naufragio es tan real....que hasta parece verdad. Pero naufragio será cuando ya ni pensemos que nos ahogamos. Mientras, braceamos, respiramos, seguimos en la brecha, peleamos, rescatamos lo bello. Daremos qué hablar.
    Un beso

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    1. "daremos que hablar" (y que escribir, añado).

      Tu pensamiento me conforta, MARISA. Lo escribo muy en serio.

      Un abrazo

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  8. Interesante reflexión, esperemos que las nuevas generaciones sepamos enderezar el rumbo jejeje

    Me gusta tu Blog, te añadí a mi Blogroll, me gustaria que me incluyeras en el tuyo también. Opino sobre distintos temas de actualidad e históricos. Este es:

    deacuerdoqueno.blogspot.com

    Un saludo!!

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    1. Te he visitado y me ha interesado, JESÚS ESTEVE. Seguiré haciéndolo y si el interés se mantiene, te pondré en mi blogroll (soy muy lento en estas cosas.

      Un abrazo

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  9. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

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  10. Respuestas
    1. Gracias, JOSÉ LUIS. En una entrada así, leer a los comentaristas es tanto o más importante que leer al primer autor. Y decir que lo has hecho es muy de agradecer.

      Un

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  11. Magnífica la primera imágen. Se parece a una que tengo en mente para pintar, si algún día lo consigo.

    Es difícil ser profeta. Tantas cosas juntas, las ideas puras en la cabeza, la inercia de la vida, la inercia de las masas, el estado de horror-estupor-inactividad que nos dejan los medios de comunicación...cómo se conjugarán tantos factores...

    Me han pasado este enlace que me ha encantado (http://dfc-economiahistoria.blogspot.com/2015/01/la-etica-protestante-y-el-espiritu-de.html). Es largo, ni tienes que leertelo :), y en síntesis el autor liga el nacimiento de nuestro mundo conceptual a la era de las grandes invarsiones entre el siglo vi y i antes de cristo. Entonces empezamos a separar santos de demonios porque para el mundo mental del humano anterior todo se daba junto. Se consuó la separación de la naturaleza y la creación del dinero y el mercado...

    Me impresiona porque demuestra lo maleable e inestable que es nuestro universo mental, eso que creemos que es así porque es así. O si lo prefieres la matrix, el paradigma o el zelgeist.

    Así que sí, otros mundos son muy posibles y quienes los habiten no concibirán que estos mundos son posibles.
    Beso (:)).

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    1. Interesantísimo el artículo, IRENE, aunque más filosófico que científico. La realidad de la Ciencia es evidente por sus resultados. Lo milagroso es que, construyéndose un paradigma científico sobre las ruinas de otro, el paradigma anterior haya resultado visible y haya funcionado. Pero tan largo, el artículo, que tendré que leerlo de nuevo un par de veces más.

      El mundo distinto es tan posible como los deseos que tenemos de que exista. El problema, sin embargo, cuando se vive en una cultura socio-política-económica-cultural hegemónica es que la posibilidad de que crezca el número de los que tenemos esos deseos es “decreciente”. De ahí la importancia de que trabajemos humilde y constantemente para contar lo que vemos que sucede.

      Un abrazo

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  12. Es difícil imaginar un paisaje manso, un paraíso, con la que está cayendo. Estamos inmersos en el final de algo, pero supongo que también en el principio. De repente, aquí (la Tierra, Europa, España…) están pasando muchas cosas y muy rápido, cuando hacía tiempo que no pasaba nada. O esa era mi impresión. Me quedo con lo último que ha dicho Jesús:
    “La naturaleza se hará cargo de nosotros. Mientras tanto debemos perseverar en la esperanza, porque lo que diferencia a los verdaderos valientes de los cobardes no es la temeridad sino la esperanza”.

    Desde luego, las fotos son impactantes.

    Un abrazo.

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    1. Querida SUE, lo malo de dejar que la Naturaleza se haga cargo de nosotros es que suele hacerlo de modo parecido a como un perro de pelaje largo se deshace del agua de la lluvia.

      Pero algo pasa, sí. Y eso me anima. Claro que lo que pasa se debe al hartazgo que produce que “ellos”, los del 1%, se han atrevido a ir “demasiado lejos” en su codicia.

      Besos

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