“Lo primero que hay que hacer para salir del pozo es dejar de cavar”. Proverbio chino.

NO PODEMOS RESOLVER PROBLEMAS PENSANDO COMO CUANDO LOS CREAMOS. Albert Einstein

“Si a alguien le indigna más ver un contenedor ardiendo que una persona comiendo de él, tiene que revisar sus valores”

Sobre los poderes de siempre y los emergentes: "“No nos parece mal que nos muerda un lobo, pero a todo el mundo le saca de quicio que le muerda una oveja". Ulises de Joyce, Cap. 16




miércoles, 4 de marzo de 2015

Perdona, pero tengo la cabeza pájaros (Bremen)

Perdona, pero tengo la cabeza a pájaros

Un moscardón volaba en círculos en la habitación grande, la que tras un breve pasillo daba a la puerta del amplio apartamento al que él se fue a vivir cuando se separaron. Era la pieza de mayor tamaño de la casa, con los tres balcones abiertos, para disimular en lo posible el aire, denso por el polvo en suspensión, que casi milagrosamente no lo volvía irrespirable. Estaba sentado en una butaca, manteniendo un silencio tan nervioso que a ella le dolía, sentada casi en el borde de una esquina del sofá, dudando entre mirar al suelo, como le forzaba una tendencia natural por lo difícil de la situación, o dirigir los ojos hacia él. Estaba echada hacia adelante y algo inclinada, por lo que mirarle a él, en lugar de al suelo, su postura parecía forzada. Él, como si en lugar de en un momento real estuviera dentro de uno de los relatos que escribía como escape, pensó si la palabra que definía esa posición, pero también el estado anímico, sería “sobrecogida”, o quizás “recogida” en sí misma. Como era un momento de lo real, no una historia que se entretuviera en inventar, no pudo darse cuenta de que estaba “encogida” sobre sí misma, protegiéndose de esa realidad que, muchos años antes, había sido tan angustiosamente real que tuvo que huir de ella. Para ser exactos, no huyó, sino que lo expulsó a él de sus dominios, que ya compartiría únicamente con la hija de ambos, de cinco años en aquel momento.
—Mira esto.
Se levantó y abrió el cajón de una mesita que tenía detrás, sacando una foto de Polaroid. Estaban los tres: ella, él y la niña, de unos dos años, sentada a caballito sobre el muslo derecho de él.
—Bueno, ha ido desdibujándose un poco, ya sabes lo que pasa con las polaroids. Pero peor va a ser el destino de todas esas fotos digitales que la gente saca ahora a centenares cada vez que salen de excursión un fin de semana.
—Todavía somos nosotros. Claramente —comentó ella sin devolvérsela ni dejar de mirarla.
El moscardón se introduce por una rendija abierta en la puerta que da a la cocina, que ella ha preferido ni mirar, imaginando su estado. Ella piensa que esa polaroid desdibujada no es “todavía” ellos, sino que representa exactamente lo que eran “ya” cuando se separaron. Lo piensa, pero no lo dice, porque es el hombre más bueno que ha conocido y haría lo que fuera para no causarle daño alguno. Bastante le cuesta decirle aquello que ha venido a decirle. Se entretiene viendo dos moscardones, quizá uno de ellos sea el que vio antes, que salen de la cocina y entran directamente en el comedor, que es la habitación de al lado, separada por una puerta doble corrediza, totalmente abierta, por la que podía ver que la gran mesa rebosaba de libros y revistas. Como todas las librerías que ocupaban las paredes de toda la casa.
—¿Sabes?, he venido a decirte algo que debe quedar en secreto entre nosotros. María te adora y estaría dispuesta a pasar el sábado contigo toda su vida, sin comentarte nada, pero sé lo que le cuesta y quiero hacerlo yo.
—¿No le interesa ya que los sábados que no llueve vayamos a fotografiar pájaros?
—No exactamente. La has convertido en una fotógrafa excelente que, desde que cumplió 10 años, tiene una cámara profesional y un cuartito de revelado. El problema es que ha cumplido 13 años y... son otros pájaros los que ocupan su cabeza. Es ya una jovencita y los “pájaros” que ahora le interesan son las amigas y los “chicos”. Los fines de semana es el tiempo de ellos. No te dice nada para no contrariarte, pero... habría que buscar otra solución para que os veáis. Un día cada fin de semana ya no es deseable.
—Claro, claro. ¿Cómo no pensé en ello? Lo que quieras tú. Algo se te ocurrirá. Eres la experta en la vida... Te invito a un café abajo y ya me dices qué es lo que te parece conveniente.
No solo era imposible que la invitara a tomar algo en casa, pues la visita había sido inesperada y el desorden era el habitual. Aunque dispuesto a todo, como siempre, lo que le acababan de decir le producía un dolor intenso; se sentía sentimentalmente tocado. ¿Cómo no se había dado cuenta? No quería mostrar su tristeza ante ella, así que para evitarlo debían irse inmediatamente a un terreno neutral. Cualquier idea que ella le diera sobre ese nuevo aspecto práctico de la vida sería buena. Siempre había sido así.





14 comentarios:

  1. Sin desdeñar tus otras actividades cuando más me gustas es cuando escribes, porque creo que eres más tú. ¿Irás por mí a ver a Winogrand?

    Un abrazo

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  2. Me ha gustado mucho, el ambiente, la relación y el disgusto de él. Tendrás que escribir otro que cuente como la niña vuelve a reecontrarse con él y su tiempo juntos cuando se le pasen los pájaros.

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  3. Ojalá todo fuese así de fácil...
    Con lo fácil que parece aquí, eh?
    Besotes, Nano.

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  4. Como dice ZARZA, no siempre es así de fácil, pero yo me siento identificado con el y me apena el dolor que siente al "enterarse" que la niña ya lo es menos y tiene otros intereses... :(
    En cualquier caso, te felicito, el relato va entrando suavemente en la problemática de esa pareja de divorciados -común de muchas parejas similares- y llega al final con toda su intensidad... :)
    Salud y abrazo

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  5. Tienes razón, JOSÉ LUIS, pero no tener esos otros intereses (muchas veces, esas “angustias” por lo de todos), sería poco ético. Y creo que, a medio plazo, aburrido.

    ¡Por supuesto que voy a ver las fotos de Winogrand! Me las ponen a un paseo de 20 minutos desde casa. Sería pecado de desinterés no ir.

    MOLINOS, en este taller, en el que trato de ejercitarme, milagrosamente “aparece el tema” cuando la escritura de tanteo ya va avanzada. El sentido se presenta solo cuando se están trabajando formas; y ocupa su lugar. Me alegra enormemente que te hayan gustado esas cosas, precisamente. El reencuentro te lo puedo contar ya: el interés por la fotografía y el amor están ya asentados: cuando pasen los “años de la tontería”, que no son muchos pero son biológicamente imprescindibles, seguro que se reencontrarán viendo exposiciones y, después, comiendo o cenando juntos. Una historia feliz (el hombre, por lo que parece, se lo ha ganado). Así que quédate con esto, porque relatar historias no conflictivas debe ser endiabladamente difícil.

    ZARZAMORA: parece fácil, porque hay bondad, reconocimiento del otro y respeto. Pero también mucho dolor. Desde luego, una situación de privilegio (existen, te lo aseguro) que se da cuando en “el otro” no se da la arrogancia rabiosa, que existe mucho más; y hasta a lo mejor lo has conocido.

    Te agradezco, GENÍN, que lo hayas leído con atención y hayas captado esa graduación. Lo pretendía, pero que un lector la descubra para mí es ya un premio. Parece que a ti te ha pasado y te identificas... pero no es la primera vez que te digo que eres un “hombre bueno”.

    Abrazos y besos a los cuatro.

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  6. Ma ha gustado mucho. Espero que él sepa que la nena entre semana se pasa las tardes hablando por teléfono con los de su pandi o brujuleando en internet. A mamá tampoco le hace mucho caso. Parece que siempre nos fastidia un poco cuando los demás conquistan su libertad, aunque les queramos tanto que no podamos ni respirar.

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  7. NáN, te aplaudo con ganas.

    Me parece un acierto la contraposición entre los moscardones y los protagonistas.

    Los zumbones moscardones yendo y viniendo desenfadados. Al principio uno, luego dos.

    En cambio, ella sobrecogida y él, tenso. Al principio fueron dos, después tres (la polaroid da fe), ¿ahora uno? Sí, ya cada uno por su parte.

    Me gusta también cómo describes el ámbito, la manera desapasionada con que haces que se traten los protagonistas y, en general, el tono distante que has empleado.

    Ah, y me ha enternecido que a la niña ya no le interesen los pájaros con plumas sino los otros “pájaros”, sin pluma. Uf, qué cruz es ésa para los padres, ya lo creo.

    Y ahora la parte irrelevante y, lo adelanto, opinable de este maestro Ciruela servidor de usted.

    NáN, quizá, en el contexto, sean redundancias «mirarle a él» y «lo expulsó a él» de las líneas octava y penúltima del primer párrafo.

    Por otra parte, hablando de una puerta, yo diría corredera, no corrediza. La primera voz da idea de la posibilidad de practicar la hoja, o las hojas, sobre carriles; la segunda indica, o sugiere, que tiene tendencia a correrse. No sé, tonterías mías tal vez. No obstante, en el DRAE la definición es distinta y en el primer caso habla de puertas y ventanas, mientras que en el segundo se refiere a lazadas y nudos.

    Ya ves, NáN, he tenido que rebuscar bastante para encontrar dos objeciones (irrelevantes, opinables, insisto), pero también es mi forma de hacerte ver la atención, la gustosa atención, con que he leído tu Perdona, pero tengo la cabeza a pájaros.

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  8. Gracias, querido LUX, por todo lo que dices, pero tengo que contestarte en los problemas que has visto.

    La primera frase es “por lo que mirarle a él, en lugar de al suelo”. Se trata de un falso doble pronombre que tiene su razón en el énfasis. Es como cuando de pequeño nos decían “Mírame a mí cuando te hablo”. Pero, además, si no hubiera incluido el “a él”, la segunda frase no serviría. No se puede decir “por lo que mirarle, en lugar de al suelo”, porque que da falta de algo (¿quizás repetir feamente el “mirar”, en un “por lo que mirarle, en lugar de mirarle/hacerlo al suelo”? Es decir, quitar el doble pronombre enfático crea más problemas de los que arregla

    “sino que lo expulsó a él de sus dominios”: tienes toda la razón, pero lo dejo como está como prueba de mi “burrería”.

    Lo de “puertas corredizas” me ha sorprendido, porque era el nombre que se le daba en mi familia, así que he buscado en Google, entrecomillándolas, “puertas correderas” y “puertas corredizas”. De la primera hay 447.000 resultados aprox.; de la segunda, 461.000 aprox.

    Investigando más, he visto que “corredizas” es el término más usado en Latinoamérica, pero también en fábricas españolas. Quizá, no sé por qué motivo, eso justifique que fuera el término familiar.

    Un abrazo fuertote y no dejes de resaltar los que ves mal.

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    1. Lo que no quita, LUX, que tanto el segundo pronombre falso como el término latinoamericano los haya corregido en el original, por lo que cuando lo suba al blog privado del Bremen, esas tres cosas estarán, gracias a ti, corregidas. Que en mi familia, no sé por qué, se usara el término latino no significa que no valore más lo que dice el DRAE (siempre que no haya motivos intratextuales que justifiquen una desviación

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    2. NáN, sea por corredera, sea por corrediza, lo importante, está claro, es que con tu texto nos has abierto la puerta del disfrute de par en par.

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  9. Es fantástico Nan.... como siempre.....y yo creo que ese tono de empatía que utilizas con él es el que más me enternece, somos lo que somos no?.....

    Bravo!!!

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  10. Gracias, PACO, siempre me estimulan tus apariciones.

    LUX, aparte de todo lo demás, lo divertido es encontrar estas cosas y aceptarlas o discutirlas. En el blog del Bremen, le dedicamos muchísimos comentarios, porque es el modo de aprender (aunque sea a "prestar la debida atención)".

    Un viaje ha retrasado que viera vuestros comentarios y respondiera: en cuanto salgo de Madrid, me quedo "descolgado".

    Abrazos a los dos.

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  11. ¡Vivan los terrenos neutrales!
    Los moscardones, las hojas que caen...

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    1. Viva todo, que tiene que encontrar su pequeño lugar en la escritura.

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