“Lo primero que hay que hacer para salir del pozo es dejar de cavar”. Proverbio chino.

NO PODEMOS RESOLVER PROBLEMAS PENSANDO COMO CUANDO LOS CREAMOS. Albert Einstein

“Si a alguien le indigna más ver un contenedor ardiendo que una persona comiendo de él, tiene que revisar sus valores”

Sobre los poderes de siempre y los emergentes: "“No nos parece mal que nos muerda un lobo, pero a todo el mundo le saca de quicio que le muerda una oveja". Ulises de Joyce, Cap. 16




jueves, 30 de agosto de 2012

Hemos perdido el sentido de la Justicia


La acelerada pérdida de una justicia igual para todos vacía de contenido eso que llaman “Democracia”. En esta IIIGM en cuyos prolegómenos ya estamos, la desaparición de la Verdad (por la apropiación de los medios de comunicación) y de la Justicia es impuesta por el Enemigo, como una necesidad en el proyecto de terminar con nuestras posibilidades de una vida digna.

Me gustaría que vierais este vídeo y que escuchaseis lo que dice la niña palestina desde el minuto 6:40

Tal y como se esperaba la justicia israelí ha exculpado al ejército del horrible asesinado de Rachel Corrie. Para los que no conozcáis la historia, Corrie era una activista de 23 años que intentó impedir el derribo de una casa en Palestina y fue aplastada por el un Buldozer que pasó sin piedad por encima de ella. Hoy, 9 años después este acto indigno ha quedado impune:


 Aquí tenéis unas palabras que escribió poco antes de morir:

“Me gustaría ver cada vez más gente dispuesta a resistir ante la dirección que está tomando el mundo, una dirección en la que nuestras experiencias personales son irrelevantes… nuestras comunidades nada importantes, nosotros impotentes, nuestro futuro es determinado por otros y el nivel más alto de humanidad se expresa a través de lo que elegimos comprar en un centro comercial”

Así que me uno a mi homenaje y respeto a Rachel Corrie y a la indignación por todo lo ocurrido... y tendrán el valor de llamarme antisemita

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Y más:

Soldados israelíes denuncian los abusos contra niños y adolescentes palestinos
El esquema de conducta rutinario del Ejército en los territorios ocupados no diferencia entre mayores y menores de edad, dicen los militares que se han atrevido a romper el silencio.

Ver artículo en

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Y más: aunque se ha demostrado que soldados estadounidenses orinaron sobre prisioneros, pero el Departamento correspondiente no presentará cargos.

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Y más: en nuestro país, un solo ejemplo. La celeridad con la que se persigue a los que roban alimentos en un supermercado y la lentitud con la que se trata a los capos, como Fabra: tantos años y 9 jueces que abandonaron el caso. Total, solo había robado unos millones de euros de impuestos (a nosotros). A lo mejor, entre dimes y diretes, la cosa prescribe y aparecerá como “inocente”.


Post escrito desde la más profunda desolación

domingo, 19 de agosto de 2012

Las aventuras de Pert y Paz (by Enric González)


En el primero número en papel de Jot Down, E. G. realiza un espléndido homenaje a la sinceridad, el candor, la seriedad en el trabajo y la lucha por la libertad. Y además, el artículo incluye análisis brillantes de nuestro presente. El cómic del título lo escribió y dibujó Andrea Pazienza, quien (los entrecomillados son siempre del artículo de E. G.)...

... «cumplió 20 años en la Bolonia efervescente de 1975, militó en el marxismo-leninismo, trabajó en numerosas revistas satíricas revolucionarias, produjo una inmensa obra gráfica y mantuvo una relación fatal con la heroína. Como gran parte de su generación, sentía tanta pasión por la política como desprecio por la casta política italiana. Y, sin embargo, fue el autor de la más tierna y sincera declaración de amor que se pueda hacer a un político.

En 1978, un octogenario irascible y con serios problemas de autocontrol asumió la presidencia de la República. Se llamaba Sandro Pertini y en España se le recuerda por sus brincos eufóricos durante la final del Mundial de 1982. Pertini fue mucho más que eso: héroe en la Primera Guerra Mundial, militante antifascista bajo Mussolini, dirigente partisano en la Segunda Guerra Mundial, socialista auténtico y, lo más difícil, diputado honesto durante tres décadas. Alguien tan ácido y conservador como Indro Montanelli escribió de él cuando era un simple diputado: ‘Todo lo que hace o dice huele a limpieza, a lealtad, a sinceridad’.»

Con Pertini presidente, Pazienza inventa unas historietas sobre un jefe partisano, Pertini, y su fiel y torpe lugarteniente, Pazienza. ... «Pert y Paz eran un reducto de candor y benevolencia. En plena era de plomo, con el país sacudido por atentados, secuestros, huelgas y amenazas de golpe de Estado, un artista antisistema y el presidente de la República triscaban juntos por los montes en una lucha imaginaria e intemporal por la libertad.

Esa extrañísima pareja del presidente y el dibujante, que sería imposible hoy, fue posible entonces por una razón: Sandro Pertini, a pesar de ser presidente, decía la verdad. Siempre. Incluso cuando se equivocaba. También ayudaban otras cosas, como el hecho de que residiera toda su vida (incluyendo la etapa como jefe del Estado), en su piso de 35 metros cuadrados, que la bondad le brotara de forma tan espontánea como la mala leche, que tratara a los ciudadanos como adultos y que despidiera sus discursos de fin de año con una frase de disculpa: “Perdonen que les haya molestado en fecha tan señalada”.

¿Se imaginan ahora a un político así? ¿Qué haría Sandro Pertini en esta crisis atroz y pringada de mentiras?»

Enric González traza ahora un paralelismo con nuestro presente.

«También es sabida la explicación oficial a la crisis: la culpa es de los ciudadanos, que vivimos por encima de nuestras posibilidades. Y aún es más sabida la solución impuesta por quienes nacionalizan las pérdidas de la banca: austeridad. Como no se puede devaluar la moneda porque no les apetece a los alemanes, hay que devaluar salarios generando desempleo. Una solución dolorosa y aparentemente, solo aparentemente, estúpida: no sirve para resolver esta crisis, más bien la prolonga, pero sirve para reformar las estructuras económicas y sociales en beneficio de unos ciertos intereses. Sirve para que nos creamos que el liberalismo no es una opción, sino una necesidad.»

Enric González señala la pobreza del debate político en nuestro país debido a la “Cultura de la Transición”, que exige consensos y deja fuera del debate todo lo importante. Y termina con cuatro párrafos que copio enteros.

«La austeridad, ahora, se identifica con un proyecto nacional. Hay que recortar gastos para pagar la deuda, dicen, hay que vivir por debajo de nuestras posibilidades, dicen. Lo cual es compatible, dicen, con el hecho de que los más ricos sean cada vez más ricos, los banqueros cobren fortunas y los administradores de empresas se autoconcedan primas millonarias por despedir trabajadores. Austeridad, dicen.

¿Qué pensaría Pertini de todo esto? Yo creo que recordaría algo muy simple, la lucha de clases. Que ha existido desde siempre (con distintas definiciones de “clase”) y que, pese a lo que algunos piensen, no es un concepto marxista. Marx se limitó a otorgarle una trascendencia histórica, pero el concepto es antiguo. Maquiavelo ya lo usaba. También Stuart Mill, el gran economista clásico. Pertini no era un intelectual refinado, pero posiblemente había leído a Max Weber, fundador de la sociología moderna y y autor del célebre ensayo La ética protestante y el espíritu del capitalismo, y conocía una de sus principales advertencias: cuando una clase se enriquece a costa de endeudar a otra, se está al borde de la revolución o del desastre.

En 1973, Pertini le dijo a Oriana Fallacci que no podía existir libertad sin justicia social, y no podía existir justicia social sin libertad. Y añadió: “Cuando hablo de la clase trabajadora hablo también de las clases medias, esas clases medias que no entienden que sus intereses no coinciden con los intereses de los grandes capitalistas: coinciden con los intereses de los obreros”.

Sandro Pertini murió en 1990, a los 95 años. Andrea Pazienza había muerto dos años antes, a los 28. Ojalá Pert y Paz estuvieran vivos ahora, en este penoso ataque del siglo XXI, para recordarnos que no debemos ser crédulos ni sumisos cuando nos llaman al sacrificio en nombre de la patria. No hay libertad sin justicia social. No hay justicia social sin libertad. Y por más que intenten disimularlo algunos, aún hay clases.»

Solo me queda excusarme ante Enric González por haber “fusilado” prácticamente el 50%, o más, de su excelente artículo. Creo que la necesidad de su difusión lo justifica.



miércoles, 15 de agosto de 2012

Fase GIGO: Garbage-In Garbage-Out


Ya estamos en la Fase GIGO avanzada.

No me voy a referir a los banqueros financieros, aunque el proceso de aceptar y soltar basura sería el que mejor define el asunto de las subprimes, una estafa sin estafadores (es la Ley, hecha por el Poder, lo que señala lo que es delito y lo que no) por la que nos está pasando lo que ya sabemos (y padecemos). Tampoco me referiré a los políticos. Ni siquiera a que los banqueros financieros tienen buenos paquetes de acciones en todas las empresas de medios de comunicación del Mundo Libre, lo que tiene, o debe tener, sus consecuencias por lo que respecto a las mentiras que nos cuentan y a las basuras circenses que tragamos tan felices.

Es decir, me refiero a Nosotros, los que deberíamos tener una conciencia clara de la situación y oponernos a ella. Somos el 99%, así que esta guerra-conflicto la podríamos ganar en medio fin de semana. Pero me parece difícil, ya que nos hemos vuelto expertos felices en el uso la basura como input para producir basura como ouput personal.

Que cada uno se lo tome como quiera. Lo adorno con una página del relato El canal del sufrimiento que escribió David Foster Wallace y está en su libro Extinción. (Pág. 345 de la edición de bolsillo). Por supuesto, el adorno se puede leer o no, según gustos personales.

[...] La verdad es que lo que le estaba explicando Amber Molkte le parecía a Atwater muy cercano al núcleo de la experiencia norteamericana que él quería captar con su periodismo. También era ese el conflicto trágico que se producía en el corazón de Style y de todas las publicaciones afines de interés humano. La interacción paradójica entre el público y la celebridad. La conciencia reprimida de que la razón misma de que a la gente normal le resultara fascinante la celebridad era que ellos no eran famosos. No era exactamente así. Era más bien el conflicto más profundo, más trágico y universal del que la paradoja de la felicidad formaba parte. El conflicto entre la centralidad subjetiva de nuestras vidas versus nuestra conciencia de su insignificancia objetiva. Atwater sabía –igual que todo el mundo en Style, aunque en virtud de algún extraño consenso no manifiesto nadie lo decía nunca en voz alta- que aquel era el gran conflicto que daba forma a la psique norteamericana. La gestión de la insignificancia. Era el gran vínculo sincrético de la monocultura de Estados Unidos. Estaba por todas partes, en la raíz de todo: de la impaciencia en las colas largas, de las trampas en los impuestos, de los movimientos en la moda y en la música y el arte, del marketing. Era la sensación de que los famosos eran tus amigos íntimos, junto con la conciencia incipiente de que millones incontables de personas se sentían igual... y de que los famosos no. Atwater había tenido contacto con cierto número de famosos (no había forma de evitarlo en las GRC), y no eran, según su experiencia, gente muy amigable ni considerada. Lo cual tenía sentido cuando uno tenía en cuenta que los famosos no estaban funcionando en absoluto como gente, sino como algo más parecido a símbolos de sí mismos.

sábado, 4 de agosto de 2012

Diccionario PP – Español: 1, locución “el interés de los españoles”


Tenemos un Gobierno con una gran creatividad lingüística, que se sustenta en el genio sin par de Montoro y la lección bien aprendida por Soraya y Cospedal. Por ejemplo, una subida del IRPF no es una subida del IRPF, sino “una reponderación de las prioridades fiscales”.

A veces, muy pocas, nuestro Presidente sale de la cueva para hacer una aportación, que un admirador como yo no debe dejar de aplaudir y que, como filólogo, me obliga a contribuir a la clarificación en español de la PPlingua. (En realidad, el mérito no es mío: hay una aplicación de software que uso para leer las declaraciones de los mandamases del PP).

El Presidente ha dicho que hace lo que no le gusta hacer (en este caso llevar el ajuste a 102.000 y pico de millones de euros).

Nota sintáctica: en la PPlingua, la negación “no” unida a “vamos a hacer” es un reforzamiento de la afirmación. El día que diga “vamos a enfrentarnos a los financieros culpables”, podemos estar tranquilos, porque si fuera a ir por ellos la expresión habría sido “No vamos a enfrentarnos a los financieros culpables”.

Explicación semántica: la frase puede parecer positiva para los españoles que desconocen la PPlingua, pues pueden pensar que se va a preocupar por nosotros. Apoyémonos en los números para despejar el significado.

Dinero que se da a los bancos fallidos después de estafar, abusar de sus clientes, dar créditos por encima de las posibilidades de quien los pide, corromperse en favor de políticos y empresarios fuertes: 100.000 millones de Euros.

Dinero que se sustrae del bolsillo y del bienestar de los españoles, mediante diversos métodos: 102.000 y pico millones de Euros.

Como veréis, amiguitos, el cuadre de las cifras nos permite traducir la bonita frase del Presidente por su significado real en la PPlingua.

“Nos esforzaremos para que los españoles paguen el principal y los intereses de la deuda contraída por el mal hacer de los bancos e instituciones financieras”.

¿A que ahora está más claro?